“Cuidar a los empleados y poner a los clientes por delante de los beneficios, los motores de confianza más importantes en las empresas “. (Barómetro de confianza de Edelman). La importancia de la confianza en el entorno empresarial es fundamental. Lo contrario, la desconfianza, genera falta de credibilidad y por lo tanto pérdida de confianza. Esto no solo se puede llevar al ámbito laboral o empresarial, si no que podemos aplicarlo también a nuestra vida privada.
Si analizamos bien la situación, podemos ver que la falta de confianza poco a poco va debilitando el compromiso, el rendimiento laboral, y las personas dejan de tomar decisiones, se vuelven incongruentes, etc. Nuestros trabajadores pierden el estímulo que antes tenían para llevar a cabo su trabajo, el motor con el que desarrollaban sus tareas. El entorno de trabajo se va «deshumanizando» y se va convirtiendo en un entorno de cada vez más desconfianza. Esto es sin duda un grave problema para la empresa que a la larga se irá manifestando.
Baldomero Merino, Director de RRHH del Grupo Atisa, en una ocasión dijo que «lo que debemos tener claro es que la confianza nace en nuestro interior, en nosotros mismos, estando convencidos de nuestras aptitudes y de cómo afrontamos nuestras acciones diarias. Por tanto, la confianza no es algo que se tiene o no se tiene, la confianza se crea, se va construyendo con pequeñas acciones que pueden irse enseñando y transmitiendo a todas las personas.”
De modo que para conseguir un entorno saludable en nuestras empresas, un entorno de confianza, debemos empezar nosotros mismos por dar confianza. Crear un clima de compromiso, comunicación y confianza ayudará a nuestros empleados y compañeros del trabajo a estar más a gusto durante su jornada laboral y a sentirse parte de la empresa. La confianza en el trabajo, el buen trato entre los compañeros, el respeto a todos… Son una serie de comportamientos que tienen repercusiones positivas en el trabajo y donde vayamos.
Fuente: Grupo Atisa